El avance de la medicina regenerativa es impresionante, durante la última década los avances en terapia celular, ingeniería de tejidos, genética, Epigenética y la Nanobiología han revolucionado el mundo de la medicina contemporánea, sin embargo, conocimientos recientes acerca de la duración de la vida celular ha impresionado y llevado a suponer que el límite natural de longevidad en el ser humano se encuentra entre 120 y 122 años como lo demuestran algunos estudios demográficos serios.
¿Por qué entonces la mayoría de los seres humanos viven aproximadamente la mitad de estos años? El concepto del Dr. Gerardo M. González López es que la disminución en la esperanza de vida del ser humano se debe principalmente al daño multifactorial (estrés, radiaciones, virus, estilo de vida y otros daños medio ambientales y material genético intracelular).
El Dr. Gerardo considera que es posible que la vida de una célula puede incrementarse a pesar de que el ciclo de vida celular también está limitado por el número de divisiones celulares que a su vez dependen del tamaño de los telómeros cromosómicos, es por ello que al poder estabilizar el ADN se podría controlar el daño por radicales libres en las mitocondrias y si por otro lado se lograra inducir la replicación de las células multipotentes propias del organismo humano y diferenciación de las mismas en tejidos específicos, se podría prolongar la vida de las células impactando de manera directa sobre la esperanza de vida en el ser humano.
Basándose en esta teoría el Dr. Gerardo diseñó una terapia de regeneración celular a base de inductores, consistente en una mezcla de productos autorizados con especial poder antioxidante que actúa directamente sobre las mitocondrias, estabilizando el ADN y principalmente actuando mediante inductores de regeneración celular que logran la proliferación de las células madre multipotentes distribuidas en todos los tejidos del organismo, todo ello con el fin de lograr una mejor calidad de vida y la reparación de los diferentes tejidos dañados por enfermedades crónico- degenerativas o los factores mencionados anteriormente entre paréntesis.
El envejecimiento según el autor es multifactorial y no solo el resultado del acortamiento de los telómeros en los cromosomas humanos. La edad biológica en el ser humano también se ve influenciada por la disminución en el número de células madre multipotentes que conforman los diferentes tejidos del organismo humano, esta disminución en el número de células está en función de una atenuación de señales que inducen su replicación, por otra parte la acumulación de material genético en el interior de la célula proveniente de las múltiples divisiones celulares y el oxígeno mitocondrial que se transforma en radicales libres que a su vez dañan los tejidos, son otros factores que también contribuyen al envejecimiento.
La fórmula del Dr. Gerardo cubre todos estos aspectos, obteniéndose resultados alentadores en la regeneración de tejidos y retraso en el envejecimiento, motivo por el cual se han realizado trámites a nivel nacional e internacional para patentar su compuesto.
El paciente que mayormente se beneficia de esta terapia, es aquel que padece una enfermedad la cual, para lograr su curación o mejorar su calidad de vida, no requiere el empleo de biomateriales (ingeniería de tejidos), es decir, aquellos padecimientos que aún cuenten con reserva de células madre multipotentes en el tejido afectado y que además éstas sean susceptibles de ser estimuladas.
Con esta nueva terapia celular se disminuyen los riesgos, costos económicos y controversias de todo tipo ya que su mecanismo de acción es similar a la reparación y regeneración natural del organismo.
Por tanto, debemos considerar que la terapia de regeneración celular a base de inductores, tiene y tendrá aplicación en la reparación de órganos y tejidos en enfermedades crónico-degenerativas y todos aquellos daños provocados al organismo humano por el paso del tiempo. Esta terapia y su alto potencial regenerativo en el propio nicho celular natural (el organismo humano) alcanzará su máxima utilidad en todos aquellos padecimientos en los que no se requiera biomateriales (ingeniería de tejidos), reprogramar células o generar órganos completos; es decir, en aquellos padecimientos en los que todavía se cuente con una reserva de células madre multipotentes en los órganos o tejidos dañados y que sean susceptibles de ser estimuladas por inductores específicos para lograr reparar los daños tisulares mediante replicación (poder clonal) y diferenciación de las propias células multipotentes del organismo humano.
De forma ideal se disminuyen riesgos y costos y, mejor aún, se imita el proceso natural de reparación corporal.
A lo largo de la vida humana y aproximadamente hasta los 25 años de edad, las células multipotentes que existen en los diferentes nichos celulares de nuestro cuerpo responden de manera natural a las lesiones de los tejidos donde se encuentran inmersas con una replicación acelerada y diferenciación espontánea, este mecanismo se logra gracias a la emisión de señales químicas provenientes de las células dañadas (citosinas, moléculas específicas de daño), con el objeto de ser reparadas o sustituidas por células nuevas, este mecanismo es el que hemos descrito en párrafos anteriores como regeneración asimétrica.
La integración de células mesénquimas provenientes de la médula ósea a los tejidos lesionados también forma parte fundamental de este mecanismo reparador.
Nuestra terapia de regeneración celular compuesta por inductores celulares imita estos procesos biológicos de reparación, por lo que en nuestra opinión constituye una valiosa herramienta con la que se puede mantener, sustituir o reforzar todas aquellas cualidades biológicas de reparación natural que se han perdido o han disminuido con la edad o la enfermedad.
Por otro lado, y según la opinión de nuestros pacientes tiene efectos contra el envejecimiento (aumento de energía, disminución de arrugas, piel suave, mejoría en la concentración y agilidad mental etc.) por lo que también puede emplearse con este fin.