División asimétrica: Tienen la capacidad de "dividirse asimétricamente" dando origen a dos células, una de las cuales conserva las propiedades de la célula madre original (autorrenovación), y la otra adquiere la capacidad de diferenciarse, si las condiciones ambientales son las adecuadas se formará una célula funcional que se integrará al tejido que la requiere.

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Auto renovación: La mayoría de los tejidos del cuerpo humano posee una población residente de células madre, las cuales le permiten su propia reno­vación o regeneración de manera periódica como respuesta al daño tisular sufrido por agentes externo o interno al propio cuerpo.

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Diferenciación: Algunas células madre adultas son capaces de diferenciar­se en más de un tipo celular como las células mesenquimales y hematopo­yéticas, mientras que otras son precursoras directas de las células de los tejidos donde se encuentran, por ejemplo; las de la piel, del músculo o las de tipo germinal, constituyendo estas un recurso invaluable de elementos reparadores de órganos y tejidos.

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Potencial clonal: Las características de división asimétrica y alto potencial clonal, (capacidad de replicarse rápida y constantemente), propias de las células madre, constituyen la base fundamental en la que descansa la teoría de la regeneración celular, de esta manera, el autor la considera como la zona principal de influencia de la terapia celular basada en inductores, misma con la que se trata de reparar y regenerar los tejidos dañados. Valga la redundancia, estas son las dos características de células madre más explotadas por el autor durante la aplicación de la terapia de regeneración celular basada en inducto­res químicos.