Células Madre o Troncales: Un Milagro Heredado por Dios
Por Vanessa Franco
Ya conocemos el increíble potencial de las células madre y la terapia a base de inductores de regeneración de estas células en el tratamiento de muchas enfermedades crónico degenerativas (Parkinson cáncer, alzhéimer, diabetes) y otras como autismo, la razón: la multiplicación de células madre mediante moléculas inductoras y la posterior división asimétrica de estas células ya replicadas para regenerar órganos, aparatos y sistemas del organismo humano dando una segunda esperanza en este tipo de enfermedades.
En días pasados se dio a conocer que la Universidad de Berkeley y la de Santa Cruz, demostraron que, en los centrómeros de los cromosomas humanos, para ser exactos en el par número 12, se encuentran haplotipos (una combinación de alelos de diferentes loci de un cromosoma que se transmiten juntos) es decir un conjunto de polimorfismo de un solo nucleótido en un cromosoma particular que están estadísticamente asociados y que no se encuentran en ninguna especie conocida en la tierra.
Para conocer un poco más visita: https://youtu.be/hlEqFDXBviI
La trascendencia de este descubrimiento incide en que durante la división celular los centrómeros tienen una participación esencial pues el centrómero es la zona donde en los cromosomas interactúan con los microtúbulos del huso acromático desde la profase hasta el anafase de la mitosis y meiosis (división celular de células diferenciadas y formación de gametos) y regula los movimientos cromosómicos durante todo este proceso de alta biología.
Pero aún más trascendente es el hecho que durante la diferenciación asimétrica (división de las células madre) un centrómero se queda en pausa (estático) mientras la división genera otra célula madre y una célula diferenciada (muscular, hueso etc.).
No cabe duda de que el reciente descubrimiento nos permite confirmar la teoría del doctor Gerardo Martín González López, que señala que estas secuencias extrañas confieren inteligencia propia a estas estructuras centroméricas y en caso de la diferenciación asimétrica de las células madre nos dan la capacidad de multiplicar células inmortales con un gran potencial de regenerar todos los tejidos para construir aparatos y sistemas del cuerpo humano. Sin duda estas secuencias de los centrómeros y las benditas células madre, así como los inductores de regeneración de estas son un “un regalo de Dios”.