Cáncer de Mama (Seno)
El Cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en las células de la mama.
Nuestro organismo está constituido por un conjunto de órganos, que a su vez están formados por células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o muertas; y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos. Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuándo comenzar a dividirse y cuándo permanecer estable. Cuando estos mecanismos se alteran en una célula, ésta y sus descendientes inician una división incontrolada que, con el tiempo, dará lugar a un tumor o nódulo. Si estas células además de crecer sin control adquieren la facultad de invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.
Este tumor puede crecer de tres maneras:
1 - Crecimiento local: el cáncer de mama crece por invasión directa, infiltrando otras estructuras vecinas como la pared torácica (músculos y huesos) y la piel.
2 - Diseminación linfática: la red de vasos linfáticos que posee la mama permite que el drenaje de la linfa se efectúe a varios grupos ganglionares. Los ganglios situados en la axila (axilares) son los más frecuentemente afectados, seguidos de los situados en la arteria mamaria interna (zona central del tórax) y los ganglios supraclaviculares (encima de la clavícula).
3 - Diseminación hematógena: se realiza a través de los vasos sanguíneos preferentemente hacia los huesos, pulmón, hígado y piel.

De acuerdo al FUCAM (Fundación para y contra el Cáncer de mama) los principales factores de riesgo son: ser mujer (los hombres también pueden presentar cáncer de mama pero el índice es mucho menor), no haber amamantado, tener un familiar directo de la rama materna con cáncer de mama, ser mayor de 40 años, no haber tenido hijos o haber tenido el primero después de los 35 años de edad.
Para la prevención o pronta detección de cáncer de mama, se recomienda la autoexploración, se recomienda realizarla 10 días después de haber iniciado la menstruación, y la mujer que ya no menstrúe debe seleccionar un día al mes. La autoexploración debe ser manual y visual:

Los signos y los síntomas que se deben analizar con el médico incluyen:
• Un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo. Es importante palpar la misma zona de la otra mama para asegurarse de que el cambio no sea parte del tejido mamario sano de esa área.
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama.
• Secreción del pezón que se produce de forma repentina, contiene sangre o se produce solo en una mama.
• Cambios físicos, como pezón invertido hacia dentro o una llaga en la zona del pezón.
• Irritación de la piel o cambios en esta, como rugosidades, hoyuelos, escamosidad o pliegues nuevos.
• Mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con o sin erupción cutánea con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, llamada “piel de naranja”.
• Dolor en la mama; particularmente, dolor en la mama que no desaparece. El dolor generalmente no es un síntoma de cáncer de mama, pero debe comunicarse al médico.
Además, las siguientes pruebas pueden usarse para diagnosticar el cáncer de mama o realizar un seguimiento después de diagnosticado el cáncer de mama.
Pruebas por imágenes
• Mamografía de diagnóstico. La mamografía de diagnóstico es similar a la mamografía de detección, salvo que se toman más imágenes de la mama. Por lo general, se utiliza cuando la mujer experimenta signos, como un bulto nuevo o secreción del pezón. La mamografía de diagnóstico también puede utilizarse si en una mamografía de detección se encuentra algo sospechoso.
• Ecografía. La ecografía utiliza ondas de sonido para crear una imagen del tejido mamario. Un ultrasonido puede distinguir entre una masa sólida, que puede ser cáncer, y un quiste lleno de líquido, que generalmente no es canceroso.
• MRI. Una MRI (en inglés) usa campos magnéticos, en lugar de rayos X, para producir imágenes detalladas del cuerpo. Se administra un tinte especial, llamado medio de contraste, antes de la exploración para ayudar a crear una imagen clara del posible cáncer. Este tinte se puede inyectar en la vena de la paciente o puede ser administrado en forma de pastilla para tragar. Se pueden realizar MRI de la mama después de que a una mujer se le haya diagnosticado cáncer, para controlar la otra mama o determinar cuánto ha crecido la enfermedad en toda la mama. Además, puede usarse antes de la cirugía para determinar si la quimioterapia funciona para reducir el tumor.
Biopsia
Una biopsia (en inglés) es la extirpación de una cantidad pequeña de tejido para su examen a través de un microscopio. Otras pruebas pueden indicar la presencia de cáncer, pero solo una biopsia permite formular un diagnóstico definitivo. Luego, un patólogo analiza las muestras.
Las opciones terapéuticas de una paciente dependen de varios factores. Estos factores incluyen la edad, el estado pre o posmenopáusico, el estado general de salud, la localización del tumor, y el tamaño de las mamas. También se consideran ciertas características de las células del tumor. El factor más importante es el estadio de la enfermedad. El estadio se basa en el tamaño del tumor y en su extensión. El tratamiento puede ser curativo o paliativo.
El tratamiento curativo se recomienda para la etapa I y II de la enfermedad. Las pacientes en etapa III o localmente avanzada y con inflamación tumoral se pueden curar con terapia de multimodalidad.
Sin embargo, a la mayoría se les da tratamiento paliativo. El tratamiento paliativo es el indicado para todos los pacientes en la etapa IV de la enfermedad y para aquellos previamente tratados que hayan desarrollado metástasis distante o quienes tienen cánceres locales no- resecables.
En México, a partir del año 2006, el cáncer de mama ocupa el primer lugar como causa de muerte por neoplasia maligna en mujeres de 25 años en adelante y ha desplazado de esta posición al cáncer cervicouterino.
En la población mexicana se identificó que el cáncer de mama aparece diez años antes en comparación con lo reportado para mujeres europeas y anglosajonas, pues la edad promedio a la aparición del cáncer de mama en Estados Unidos es de 60 años, mientras que en México es a los 50 años.
Se debe poner mayor énfasis en la detección temprana y una medida clave para ello es elevar la conciencia y la educación sobre la salud de la mama entre las mujeres.
Uno de los tratamientos de mejor calidad en México es el Compuesto de Regeneración Celular a base de Inductores, con el cual se busca que un mayor porcentaje de la población mexicana tenga acceso a este tratamiento para la prevención o tratamiento de dicha enfermedad.